Un educador acuático es ese ser humano capaz de transmitir a otra persona la motivación para aprender a nadar o a moverse en el agua de forma autosuficiente. 

Para transmitir esto, el educador acuático se sitúa en espacios o ambientes que ayudan a que este aprendizaje se logre, como es una alberca templada, techada, limpia. 

Puede utilizar material didáctico como tablas, gusanos de colores, aletas, entre otros. Debe tener un programa de aprendizaje en el cual pueda apoyar su plan de clase, pero lo más importante, debe ser un líder capaz de transmitir a sus alumnos ese entusiasmo, esa motivación, esas ganas de aprender.

Según Dale Carnigie en su libro “Cómo ser un buen líder”, nos dice que los líderes son:

• Personas con valores fuertes y altos estándares éticos

• Lideran con el ejemplo y actúan con integridad tanto en su vida profesional como privada

• Conocen a fondo las metas u objetivos del grupo y son flexibles a los cambios

• Tienen motivación propia

• Son fuertes comunicadores

• Tienen una actitud positiva

• Su mente está abierta a nuevas ideas y a recibir sugerencias

Estas siete características de un líder pueden ser también las características de un educador acuático. 

Una academia acuática profesional busca convertir a sus maestros en líderes acuáticos, porque estamos conscientes de que eso es lo que un grupo necesita, necesitan un líder para seguir, para motivarse, para continuar con el interés por sus clases, para que los padres de familia se sientan con confianza, para que entreguen resultados. 

Una escuela de natación debe formar líderes acuáticos para que sean sus educadores acuáticos.