En EEUU mueren casi 9000 personas al año por accidentes relacionados con el agua. En México, el ahogamiento en inmersión accidental ocupa el primer lugar en causas de muerte en niños menores de cinco años.

La mayoría de los ahogamientos ocurren en albercas privadas, es decir, en albercas de casas habitación, balnearios o clubes.

Y es que son lugares muy concurridos por niños en donde muchas veces los padres están distraídos haciendo alguna otra cosa, o bien, en algún evento social.

Además en las vacaciones, los niños quieren estar todo el día cerca o dentro de la alberca. Es por ello que a continuación mencionaremos algunos puntos para buscar una seguridad acuática y evitar accidentes.

1) Si tienes una alberca, jacuzzi o  fuente en tu casa, de preferencia que esté cubierta con un material duro, no flexible. Esas cubiertas de alberca de burbujas son de lo más peligroso, ya que si se cae un niño nadie lo ve ni lo escucha.

2) Los niños siempre tienen que estar vigilados por un par de ojos que no hagan otra cosa que no sea ver al niño. Si no crees que esto sea posible, aleja al niño del agua. Porque les encanta y seguro se va a acercar.

3) No supongas. No supongas que el niño está jugando a hacer bucitos. ¡Verifícalo! A lo mejor se está ahogando.

4) Nunca nades solo, ni permitas que nadie lo haga. Grandes nadadores se han muerto ahogados cuando entraron a nadar al mar solo y les dio un calambre.

5) Aprende y haz que tus hijos aprendan a nadar suficientemente bien para llegar a la orilla en una emergencia.

6) Si te subes a una embarcación del tamaño que sea, y aunque sean unos metros, ponte chaleco salvavidas.

Ya vienen las vacaciones, ¡son padrísimas! Pero queremos regresar más felices de lo que nos fuimos, ¡y todos completos! La mejor solución para esto es la prevención. No lo olvides.