Cuando algo nos produce miedo, el cuerpo responde liberando cortisol, que es un sustancia hecha para que huyamos y nos liberemos de aquello que nos puede dañar.
Pero esto también puede producir trastornos de ansiedad posteriores, como el miedo crónico, que afecta el desarrollo de respuesta al estrés e influye en el procesamiento de los recuerdos emocionales.
El resultado es que el aprendizaje temprano del miedo puede tomar años para remediarlo.
La exposición temprana a eventos desencadenantes del miedo intensos o persistentes afecta la capacidad del niño para aprender. Puede perjudicar el aprendizaje temprano y afectar negativamente el rendimiento posterior. Estrés tóxico, o miedo persistente, se ha documentado repetidamente para crear problemas cognitivos de control y aprendizaje.
Los recuerdos emocionales se reviven cada vez que se activa una señal para activar esos recuerdos. Es por ello que si alguien tuvo una experiencia negativa con el agua, donde ésta se metió en nariz y ojos de forma brusca, o te enseñaron a nadar “lanzándote” al agua, desarrollaste un miedo que desencadena el que tú no quieras meter la cara en el agua ni entrar en una alberca. Incluso, hay casos en que la gente no se quiere mojar la cara ni para bañarse.
Este tipo de experiencias pueden conducir a la ansiedad y el trastorno de estrés postraumático. Una vez aprendido, el miedo está incrustado en nuestro instinto de supervivencia. Está tatuado con fuego en nuestro cerebro.
Las experiencias de miedo persistente y ansiedad crónica afectan negativamente al cerebro en su desarrollo. Las hormonas de estrés elevado, el cortisol, afectan el crecimiento y el rendimiento del hipocampo y la actividad de la amígdala. Estas áreas son nuestra memoria, emociones e instintos de supervivencia.
Ten en cuenta que la memoria y las emociones están unidas para nuestra supervivencia. Cualquier cosa cargada de emoción, especialmente miedo, se almacenará a largo plazo.
El aprendizaje y la creatividad se centran en la corteza, que no funciona cuando se dispara el miedo. Así que una persona con miedo no es capaz de crear un método para eliminarlo, y necesita ayuda.
En Acuatics sabemos de la importancia de ayudar a nuestros alumnos en todo momento, para que nunca sientan miedo ni desconfianza al nadar. Su seguridad, satisfacción y alegría dentro de la alberca es nuestra principal prioridad.