Todos los niños tienen fortalezas y áreas de oportunidad. Algunos padres se concentran en las áreas de mejora o en las habilidades que necesitan mejorar, pero es igual o más importante concentrarse en sus fortalezas.
¿Conoces estas fortalezas en tu hijo(a)?
Conocer esas fortalezas lo ayuda a desarrollar autoconciencia y autoestima. También puedes utilizar estas fortalezas para desarrollar las áreas de oportunidad de maneras que no sean tan frustrantes.
Seguir estos pasos puede ayudarte a reconocer las fortalezas de tu hijo:
1. Considera diferentes tipos de fortalezas
Las fortalezas pueden ser grandes o pequeñas, visibles u ocultas. Puedes usar una lista de verificación para anotar las fortalezas y áreas de oportunidad de tu hijo. Pon una frente a la otra y date cuenta de las fortalezas. Míralas y utilízalas a favor de tu hijo.
2. Fíjate en sus intereses
A veces, las fortalezas surgen cuando tu hijo explora los intereses. Conoce formas de ayudar a tu hijo a perseguir pasiones y descubrir nuevas fortalezas. Ten en cuenta que explorar las fortalezas puede llevar algo de prueba y error. Es posible que tu hijo no sea bueno en algo de inmediato, y eso está bien. Tener una "mentalidad de crecimiento" puede ayudar a tu hijo a mantener eso en perspectiva.
3. Ayuda a tu hijo a identificar fortalezas
Intenta hacer una "cadena de fortalezas" con tu hijo. Es una actividad genial que le permite ver las fortalezas de una manera tangible. Tu hijo también puede hacer una "caja de logros". Es una forma divertida para que los niños vean lo que están haciendo bien. Cada vez que haga algo genial, algo de lo que se sienta orgulloso, anótenlo en un papel y pónganlo en una caja especial, hecha para eso. Al cabo de un tiempo, ábranla y vean lo que ha logrado, esas son fortalezas.
4. Habla sobre fortalezas
Mantener un diálogo abierto y honesto sobre las fortalezas (y los desafíos) puede ayudarte a ti y a tu hijo a ver y apreciar las habilidades. Pero déjalo hablar a él o a ella.
5. Toma nota de las fortalezas y éxitos de tu hijo
Observa a tu hijo en acción y toma notas sobre los éxitos (grandes y pequeños) que notas y las fortalezas que ayudaron a tu hijo a tener éxito. También ayuda observar sus áreas de oportunidad o desafíos. Es una buena manera de poder decir: “Esto es lo que vi. Realmente hiciste un gran trabajo con eso”.
Como ejemplo les platicaré una historia de mi vida.
Mi hija, a los 8 años, recibía con frecuencia reportes de la maestra por mala conducta. Y es que ella platicaba mucho en clase, ya que tiene una gran capacidad de comunicación. Yo, al ver esto, le propuse que entrara al concurso de declamación que sería en fecha próxima. Sabía que tenía mucha capacidad de palabra, histriónica, etc. Al final mi hija aprendió la poesía, la dijo, ¡y ganó! Era una poesía muy buena. Con ello se ganó el aprecio de la maestra, sacó una gran fortaleza e hizo menor el problema de conducta.