Los flotis o flotadores de brazos inflables son un artículo que por muchos años ha sido utilizado por los padres de familia para que los niños estén en la alberca, creyendo que eso los ayudará a estar seguros. 

Sin embargo, no hay nada más lejos de la verdad. Te platicamos por qué:

1) Los flotis  y las donas inflables se pueden ponchar  o desinflar, perdiendo su facultad de flotar, y entonces se le salen al niño y ya no hay flotación.

2) Los flotis si no son del tamaño adecuado se salen de los brazos del niño, y cuando menos lo esperamos, está el niño en un lado y los flotis en otro. Las donas son peor, si el agujero es más grande que la cabeza del niño, en cualquier momento el niño se sale por debajo, y muchas veces ocurre cuando el niño levanta los brazos, ¡entonces literalmente se desliza por el agujero de la dona!

3) Las donas son muy poco estables, están en una zona media del cuerpo. La cabeza suele pesar más que el resto del cuerpo, y es fácil que el niño de pronto esté con la cabeza dentro del agua y las piernas sobre el agua. Pero lo peor es que debido a la dona el niño no puede recuperar su posición original y la cabeza no puede salir de dentro del agua.  Esto es muy peligroso. 

4) Los flotis dan una sensación de seguridad al niño que no es real. Es como si enseñáramos a caminar a un niño utilizando unas muletas. El niño está en una edad en que su psicomotricidad se está desarrollando, el ponerle un artículo extraño en sus brazos, que está inflado, le da al niño una sensación de que la flotabilidad debe estar en los brazos, y la realidad es que debe estar en sus pulmones y en todo su cuerpo (la grasa  flota). Entonces el niño está siendo “engañado”. Cuando nos traen a la escuela de natación a un niño que usó flotis, muchas veces el niño mantiene sus brazos levantados y no los mueve, creyendo que esa es la postura de “flotación”. Además de que es difícil que mueva los brazos, ya que los flotis no le permiten mucho movimiento. No es posible enseñar a bracear a un niño que trae flotis. 

5) Tampoco confíes en esos artículos inflables con formas diversas, que además de ser muy grandes, son muy resbalosos. Hemos visto personas que se quedan atrapadas bajo estos artículos y nadie las ve, mientras están luchando por salir a la superficie. Esto es sumamente peligroso.

¿Qué alternativas hay?

Existen varias, aunque enseñar a nadar al niño a temprana edad siempre será la mejor y la más segura. Además de que, traiga lo que traiga un niño siempre debe estar vigilado por un adulto. 

1) Los flotadores de brazos de poliestireno son una mejor opción, porque no se ponchan y pueden quedar mejor ajustados a los brazos del niño.

2) Los chalecos hechos con rectángulos de poliestireno, ya que están en el torso del niño, lo cual es más aproximado a su área de flotación, y además le permite mucha más libertad de movimiento.

3) Los trajes de baño que incluyen adentro cuadros de poliestireno, son algo muy parecido a los chalecos del punto anterior, con las mismas ventajas. 

Pero recuerda: Siempre que hay un niño en una alberca o dentro del agua, debe haber un adulto vigilándolo o dentro del agua con él. 

Y lo antes posible llévalo a una escuela como Acuatics a que aprenda a nadar, o al menos a sobrevivir en el medio acuático. Nosotros tenemos natación para bebés desde los 3 meses.