Jugar es hacer algo con alegría con el fin de entretenerse, divertirse o desarrollar determinadas capacidades.
El primer acto creativo del ser humano es jugar, y jugar significa indagar, conocer, descubrir todo lo que se necesita para hacerse adultos.
En la educación acuática de los niños Preescolares y Escolares, el juego es el principal recurso pedagógico. Durante una sesión acuática, al niño se le presentan varias alternativas de movimiento. Para lograrlo tiene que utilizar recursos motrices que tiene o que ha desarrollado durante el tiempo de aprendizaje.
En todas las sesiones acuáticas el niño juega diferentes tipos de juegos, pero siempre buscando que esté motivado a hacerlo.
Al jugar se mueve, y ese movimiento le requiere aprendizajes anteriores. Eso hace que capitalice lo aprendido durante el juego.
Cuando un niño sale de vacaciones, y en ellas hay agua, el niño pasa varias horas al día dentro de una alberca. Durante este tiempo el niño sólo juega. Es decir, durante las vacaciones el niño pasa el día capitalizando lo aprendido en sus clases de natación.
Los padres durante estas vacaciones se dan cuenta de cuánto han aprendido sus hijos a nadar.
Y es porque durante ese tiempo hacen lo que ellos quieren, y lo que ellos quieren es jugar. Y al jugar, están capitalizando y dejando ver todo lo aprendido. Pero además lo hacen durante muchas horas y con la gente que aman.
Es por ello que el juego es un gran capitalizador del aprendizaje en educación acuática.