Para poder nadar más rápidamente y con un menor gasto de energía, es necesario adoptar en el agua la forma del cuerpo como la de un pez, para así poder deslizarnos de manera hidrodinámica.

Y es que los peces están hechos para estar y moverse en el agua, pero nosotros no. Sin embargo, es posible adaptar la forma de nuestro cuerpo para conseguirlo.

Esta posición de pez es la que ofrece una mínima resistencia al agua. Para lograrla, es necesario que tu superficie frontal sea pequeña (picuda), con los brazos cerca del centro y moviéndose en forma circular, y los pies con una forma como de aletas de pez.

 

 

El objetivo del nadador es imitar a un pez tanto como sea posible. Por ello, incluso se han inventado telas para que los trajes de baño se parezcan a la piel de un tiburón o de un delfín, ya que esa piel es la que menos resistencia pone a que el agua se deslice a través de ella.

Para hacerse una idea de la importancia de que el nadador mantenga una posición correcta en el agua: Un delfín tiene una resistencia menor que la de un palo de escoba de un metro de largo, si lo arrastras en forma de T, a la misma velocidad. Incluso, si tú arrastras un palo a esa velocidad podría romperse por la resistencia del agua. Mientras que el cuerpo del delfín se desliza a una gran velocidad.

Sugerencias para adoptar una posición correcta

La siguiente es una buena experiencia de enseñanza-aprendizaje para el entrenador y el profesor: Empujarse desde la pared con un pie o con los dos bajo la superficie y mantener la profundidad en posición hidrodinámica (posición de menos resistencia).

Comprenderemos mejor el concepto básico de “posición hidrodinámica” imaginándonos atravesando una tubería lo más estrecha posible…

 

 

¿Puedes atravesar la tubería sin rozar las paredes interiores? Si la respuesta es sí, lo has logrado.

Así que ya lo sabes, si estás buscando nadar de la mejor manera posible, siempre debes de buscar adoptar la forma del cuerpo de un pez. Los resultados que obtendrás serán muy satisfactorios.