Hoy, 3 de mayo, hace 28 años, un sueño se hizo realidad.
Les voy a escribir desde mi corazón, porque esto de verdad me entusiasma y me llena de felicidad.
Un día tuve un sueño. Un sueño que pasó a ser una idea, y que se fue haciendo realidad, poco a poco, con trabajo, con estudio, con equipo.
Esa idea inició al darme cuenta que en mi ciudad no había una escuela de natación formal. Que los niños pequeños que no sabían nadar, tenían que aprender en un club, con el agua a 28 grados y en manos de unos entrenadores que, si bien, eran muy buenos con los competidores, no tenían ni idea de lo que era tratar con un bebé en el agua.
Y es que la creatividad nace de la necesidad.
En ese entonces teníamos dos hijos, uno de 3 y otra de 1.5 años. Nos encantaba el agua y no teníamos dónde enseñarles a nadar. No había ni el lugar ni las personas idóneas. Así que me dije: “Maria Alicia, ¿y tú por qué no?”
Y empecé a estudiar, a averiguar qué se estaba haciendo en otras partes del mundo, qué se hacía en EEUU (que era lo que me quedaba mas cerca), y por supuesto, qué se estaba haciendo en México. Y di con dos maravillosas mujeres que me iniciaron en este arte, el arte de enseñar a nadar bebés y niños pequeños. Ellas fueron mis madrinas: Beatriz Esesarte y Lulu Cisneros.
Gracias a ellas y a muchos cursos, hemos logrado que Acuatics sea punta de lanza en educación acuática. Hemos tenido congresos aquí, hemos asistido a otros allá, lejos, cerca. El año pasado estuvimos en Singapur. Hemos participado como expositores en congresos, simposios, hemos traído aquí a excelentes ponentes como Armando Sánchez.
También hemos cometido errores, pero creo que los aciertos han sido mayores.
Hemos enseñado a nadar aproximadamente a veinte mil personas (20,000) a lo largo de estos 28 años. Asisten a Acuatics un promedio de 720 personas nuevas al año. Algunas permanecen aquí hasta 15 años practicando la natación.
Tenemos mamás que traen a sus bebés que fueron ellas a su vez bebés de Acua-Matro®. Incluso tenemos un educador acuático que fue bebé aquí.
Igualmente tenemos colaboradores que han trabajado en Acuatics por los 28 años que tiene de vida. Eso habla mucho del ambiente de trabajo, del ambiente educativo que se vive aquí. Porque el agua educa, el agua enseña, el agua mima, pero son las personas las que logran el milagro.
Yo me lleno la boca al decir que fundé Acuatics. Yo me lleno de orgullo por trabajar aquí. Y agradezco a Dios y a la vida que me hayan dado la oportunidad de seguir aquí y de celebrar estos 28 años de una gran institución.
Porque Acuatics no es un empresa grande, es una gran empresa.
María Alicia
Directora General de Acuatics