Tengo algunos años contratando personal y me he dado cuenta que la personalidad de una persona tiene mucho que ver con el desempeño en ciertos puestos.
Hace algunos años hice un curso sobre el “Eneagrama”, que nos enseña que hay 9 tipos principales de personalidad y nos ayuda a entender cuáles son las fortalezas y las debilidades de cada una. Además de saber que ninguna es la mejor o la peor, simplemente las hay y hay que conocerlas.
Me hice aficionada a estudiar el Eneagrama y he aplicado estos conocimientos a la hora de contratar personas para los diferentes puestos en mi escuela de natación, y he visto que es una herramienta de gran ayuda.
El Eneagrama también te enseña que cada persona tenemos una personalidad básica o tipo de personalidad (número) pero también ésta tiene “alas”, o sea tendencias, hacia donde se dirige cuando está sano y cuando no lo está.
Esto me ayuda a saber que una persona tiene una personalidad, y ésta se manifiesta de una manera si el ambiente laborar es sano. Y por otro lado, de una manera diferente si el ambiente laboral es insano.
Por ejemplo, hablaré de mí, yo soy un ocho, o sea el tipo básico llamada “El Líder”. Su descripción: Es confiado en sí mismo, enérgico, combativo y destructivo. Esta personalidad puede ser un director de empresa, pero hay que tener mucho cuidado con que laboralmente siempre esté en su lado sano, porque si no puede ser destructivo.
Y todo esto me dice a mí quién puede desarrollarse en un puesto y quién definitivamente no es para ese puesto.
Por ejemplo, hay una personalidad que es el número 6, llamado “El Leal”. Esa persona es amable, cumplidora, dependiente y masoquista. Esa persona es ideal para ser un coordinador, pero no para ser un director. No es líder, pero le gusta estar bajo el mando de alguien. Y si manejamos un ambiente de trabajo sano, esa persona es un excelente coordinador de muchos profesores.
Y de hecho es lo que hay en esta empresa. Un coordinador excelente desde hace 28 años que es un número 6.