Esta salida es totalmente diferente, ya que se sale desde dentro de la alberca, con la cara hacia arriba, tomados de la barra que tiene el banco de salida.
1) Preparados
Las manos se sujetan a la barra de adentro, no más ancho que los hombros. Los pies se apoyan en la pared, pueden estar paralelos o ligeramente uno arriba de otro. El cuerpo se eleva y se aproxima a las manos. Las piernas se extienden ligeramente, empujando a las caderas hacia atrás y arriba alejándolas de la pared. La mayor parte del cuerpo debe estar fuera del agua.
2) Despegue
A la señal de la salida, el cuerpo se eleva unos centímetros y luego suelta las manos. La cabeza se lleva hacia atrás y las piernas empujan poderosamente, alejando al nadador de la pared sobre el agua.
3) Vuelo
Los brazos se llevan por los lados hacia delante, extendidos o flexionados, paralelos a la superficie. Durante el vuelo, el cuerpo va extendido totalmente. Se trata de sacar todo el cuerpo del agua, aunque sí es real que los glúteos chocan con ésta.
Es un error arquear la espalda exageradamente pues provoca un hundimiento excesivo del cuerpo después de su entrada al agua. Y esto no es deseable, ¡hay que empezar a nadar en la superficie! Instantes antes de entrar en el agua, la cabeza se guarda entre los brazos extendidos.
4) Entrada
Se mantiene la posición hidrodinámica, como si estuvieras pasando todo el cuerpo por un túnel.
5) Iniciación al nado
Cuando se note la pérdida de velocidad, se inicia la patada mientras los brazos se mantienen extendidos y al frente. Cerca de la superficie, se ejecuta la primera tracción mientras el otro brazo se mantiene extendido en la posición hidrodinámica.
Cuando el brazo que inició la tracción finalice la misma e inicie el recobro, el cuerpo sale a la superficie y se establece el nado de dorso sobre la superficie.