Para que nuestros cerebros funcionen, necesitamos flujo sanguíneo y oxígeno (perfusión) en esas zonas. 

Cuando el hipocampo y la amígdala se activan, hay una disminución de la perfusión en las áreas de aprendizaje del cerebro, y tratar de aprender se convierte en algo confuso y en una tarea frustrante, lo que lleva a sentimientos de fracaso y estupidez. 

Cuando se produce la respuesta al miedo, la perfusión tiene lugar en las partes basales del cerebro en lugar de la corteza, por lo que aunque nuestra memoria está funcionando bien para incrustar un aprendizaje basal, porque está muy cargado emocionalmente, no es  un aprendizaje superior donde podamos pensar, racionalizar y tomar decisiones.

¿Qué buscar?

Las señales de miedo en las clases de natación son aferrarse, arañar, agarrar, rascarse, la cabeza inclinada hacia atrás, gritar, tratar de escapar, pero especialmente los ojos abultados.

Esencialmente, es lucha o huida.

Los miedos no se olvidan, pero deben ser activamente desaprendidos.

La confianza es una emoción aprendida. Sin embargo, solo se aprende si esa es la experiencia. Si tú mientes a tu hijo o a tu alumno, estás influyendo negativamente en la capacidad de ese niño o de ese adulto para generar confianza.

El miedo se desaprende con confianza.

¿Cómo le hacemos? 

¡Divirtiéndose es la solución! El aprendizaje superior tiene lugar en la corteza y está permanentemente incrustado en el hipocampo a través de emociones felices, liberando serotonina y endorfina. 

Haz tu clase divertida. Si es un adulto, ayúdalo a que piense en que sí puede, siempre positivo. No menosprecies sus sentimientos de miedo ni los niegues. No se vale decir “no tengas miedo”, él o ella tienen mucho miedo. Hay que hacerlos ver que sí lo van a lograr, ver el futuro cercano de que van a lograr eliminar ese miedo.

En Acuatics tenemos la experiencia de personas con “acuafobia” que han decidido trabajar ese miedo tóxico. Pasado un tiempo, y habiendo eliminado ese miedo (con un gran trabajo en agua y fuera de ella), han compartido que junto con ese miedo, se fueron otros miedos. El miedo a hablar en público, el miedo a estar en grupos grandes, el miedo a discutir con alguien que tiene una opinión diferente, entre otros.

Es por eso que es tan importante erradicar ese miedo, y dar paso a lo más bonito de la natación, que es el disfrutar libremente en el agua.