Para llegar a ser nadador la persona ha de superar obligadamente ciertas etapas, cada una de las cuales presenta determinadas características. 

Es muy conveniente conocer previamente cuáles son estas etapas si queremos lograrlo (y los profesores deben aplicar la metodología apropiada en cada una).

1) Etapa de aprendizaje

2) Etapa de perfeccionamiento

3) Etapa de entrenamiento

Esta división corresponde a la evolución física, fisiológica, psicológica y técnica del individuo. 

Hay que estar conscientes que no todas las personas están interesadas en llegar a la etapa 3, es decir, al entrenamiento.

Hay muchos individuos que desean aprender y perfeccionar los estilos, pero hasta ahí. No tienen intenciones de entrenarse y menos de competir. Y eso está bien, porque nadar no es entrenar, nadar no es competir, nadar es deslizarse a través del agua haciendo los movimientos necesarios con las extremidades y el tronco, sin apoyo de ningún artefacto y sin tocar el fondo.

Las personas que nadan pueden o no participar en eventos deportivos, competencias, triatlones, acuatlones y más. O pueden decidir aprender a nadar solo para disfrutar el agua, para salvar su vida en caso de caer al agua, o incluso para poder practicar otra actividad en donde esté incluida el agua, por ejemplo: esquí acuático, clavados, buceo, water polo, pesca o nado sincronizado.

Los niños aprenden a nadar porque los traen su padres, para ellos no hay un objetivo específico. Y sin embargo su diversión es visible, vienen porque lo disfrutan, ellos no saben que eso les va a servir para algo en su vida. Ellos solo viven el momento y lo gozan al máximo.

Tal vez el ser como niños dentro del agua nos devuelva esa vida que a veces se nos olvida vivir, ¿no lo crees?