La natación, como toda actividad física, se domina en la medida que se practica. 

Mientras más frecuente sea esta práctica, más se va haciendo parte del cuerpo ese movimiento. A eso se le llama dominio de un movimiento.

Cuando nos inscribimos en un curso intensivo, esto significa que vamos a tomar clases de natación todos los días. Por lo menos de lunes a viernes. Así, lo que aprendes el lunes, lo repasas y repites el martes. El martes aprendes algo nuevo, que lo repasas y repites el miércoles, y así sucesivamente toda la semana.

Esta manera de aprender es maravillosa, ya que el cuerpo tiene memoria, pero si la repetición es diaria, esta memoria se afianza aún más en los músculos y en las neuronas de la persona que practica.

Si a esto le agregamos que en vacaciones los niños no van a la escuela, no tienen actividad educativa dirigida, ni tampoco tienen tarea, podemos imaginar que los niños en vacaciones son como “esponjas” para el aprendizaje. 

Salen de la escuela con un ritmo de aprendizaje diario, llegan las vacaciones, y esa mente y ese cuerpo quieren seguir aprendiendo. Pero si este aprendizaje implica movimiento, diversión, y además es en un medio que no es el propio, resulta ser un aprendizaje mucho más motivador. 

Además, ¡le podemos sumar que el calor invita a un chapuzón diario!

Es por eso la disciplina diaria, el cambio de estímulo, y el hecho de estar sin tarea hace que un curso intensivo de natación sea 100% EFECTIVO en los niños y jóvenes durante sus vacaciones.

¡No los pienses más! Esta vacaciones son el momento perfecto para aprender a nadar.