Si solo piensas en la práctica de la natación como una cuestión de tener los músculos más entonados, gozar de fuerza muscular o lograr una mayor flexibilidad, características propias de lo que se denomina “cuerpo de nadador”, debes saber que existe un beneficio que no se ve a simple vista, pero que quizás, sea el más importante: la salud cerebral.
Nadar ayuda a reparar las células de cualquier daño cerebral a nivel molecular y de comportamiento. Esto hace que se produzcan beneficios en los neurotransmisores que influyen en el estado de ánimo y las hormonas responsables del estrés, por lo que se alivian de manera considerable los síntomas de la depresión.
Un estudio publicado en el National Center for Biotechnology Information (NCBI) advierte que nadar, al igual que otros ejercicios, reduce los síntomas de la ansiedad y la depresión.
Según la publicación, estas mejoras en el estado de ánimo se producen por un aumento considerable de la circulación sanguínea en el cerebro y sus efectos en el denominado de forma científica, “eje hipotalámico-hipofisario-adrenal” (HPA), parte esencial del cerebro que controla el estrés y, por lo tanto, ayuda a su reducción no solo social sino también el estrés físico.
“La natación aumenta la circulación sanguínea en el cerebro en un 14%”
Este eje está conectado con varias regiones del cerebro como: el sistema límbico, que controla la motivación, la amígdala, encargada de generar el miedo en respuesta al estrés, y el hipocampo que juega una parte significativa en la formación de la memoria y el estado de ánimo.
Mejoras en el estado de ánimo
El doctor David Coppel, director de los servicios neuropsicológicos y de investigación en el Programa de conmoción cerebral Seattle Deportes y profesor de la Universidad de Washington, asevera que la natación es una disciplina que mitiga la sensación de pánico y los sentimientos de tristeza: “La natación es eficaz para reducir el pánico y los sentimientos de tristeza al liberarse factores en el cerebro como las endorfinas”.
La natación libera lo que se denominan los factores neurotróficos, proteínas que favorecen la supervivencia de las neuronas en el cerebro como las endorfinas, útiles para controlar el estrés, la ansiedad y el estado de ánimo. Por lo tanto, esta actividad física puede ayudar con el alivio de la tensión y contrarrestar algunos síntomas depresivos.
Aumento de memoria
El daño cerebral por estrés también se puede revertir con la natación a través de la denominada neurogénesis del hipocampo. Es decir, la regeneración de neuronas en esta parte del cerebro. En el estudio anterior, los investigadores encontraron que las neuronas en la región del hipocampo están implicadas en el aprendizaje y en la memoria. Así, encontraron que las ratas que practicaron natación mejoraron estas capacidades.
“Activa simultáneamente los dos hemisferios cerebrales y los cuatro lóbulos, lo que ayuda a tener mejores capacidades cognitivas”
Según la investigación, las neuronas del hipocampo crecen con el ejercicio y, por lo tanto, aumenta el oxígeno que llega al cerebro.
Mejoras las funciones cognitivas
Un aumento en el flujo sanguíneo del cerebro, además de ayudar a mejorar el estado de ánimo, aumenta la claridad y el enfoque. Una investigación llevada a cabo en el 2014 por expertos de la Facultad de Ciencias del Deporte de la Universidad de Perth en Australia, encontró que sumergirnos en una piscina empinada aumenta el flujo de sangre al cerebro.
Cuando los participantes del estudio se sumergieron en el agua hasta el nivel del corazón en comparación con la tierra, el flujo de sangre a sus arterias cerebrales centrales aumentó en un 14%, mientras que el flujo sanguíneo a sus arterias cerebrales posteriores aumentó en un 9%.
Mejoras en la coordinación y el aprendizaje
Practicar la natación de manera constante, activa simultáneamente los dos hemisferios cerebrales y los cuatro lóbulos del cerebro, lo que puede conducir a una mayor cognición y un aprendizaje más fácil.
“Las personas que aprenden a nadar desde edades tempranas tienen mejor coordinación y habilidades visuales-motoras”
Otro estudio llegó a la conclusión de que los niños que aprenden a nadar a una edad temprana desarrollan mejor la coordinación y las habilidades visuales-motoras tales como cortar papel, colorear y dibujar líneas y formas, aparte de muchas tareas matemáticamente relacionadas, lo que supone un gran beneficio.
Para Coppel, la natación es un deporte muy completo. “Nadar es ideal para el cerebro, conlleva múltiples beneficios en los que es necesario centrarse aparte, de que te sientes más positivo”, expone.
“Es un deporte muy completo”
A lo largo de nuestros 26 años, en Acuatics hemos tenido la experiencia de contar con niños y niñas que tienen el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), los cuales han presentado mejoras significativas en su trastorno por el hecho de nadar con nosotros.
Fuente: Lavanguardia.com