Las personas que nadan por la mañana llenan su cuerpo de endorfinas, ayudándolas a manejar mucho mejor todas las presiones del trabajo y en general de la vida diaria.

La natación contribuye a la relajación mental y muscular, lo cual deriva en una sensación placentera y relajante que permite estar de mejor humor y conseguir con ello una mayor tranquilidad mental, así como un mejor manejo emocional. 

La educación acuática es todo aquello que un ser humano, de cualquier edad, puede hacer dentro del agua, para mejorar su salud, su calidad de vida y su movilidad.

El 17 de agosto de 2020 fue un día memorable. ¡Regresamos a laborar!

En 7 meses de operación, hemos tenido CERO contagios de COVID.

Al nadar, inspiras y expiras de una forma constante y rítmica. Se hace más fuerte el músculo del diafragma y los músculos intercostales, por lo tanto tu ventilación pulmonar es mayor.

El semáforo ha cambiado, la gente ha salido con todas las precauciones y protocolos, plena de deseo de hacer actividad física, llena de entusiasmo por convivir y de regresar a “la vida”.

La natación es una actividad física que entrena al aparato respiratorio.

¿Tienes niños en casa? ¿Te das cuenta de la cantidad de movimiento que ellos necesitan hacer en un día? ¡Claro! Si eres madre, padre, abuelo o abuela, lo sabes muy bien. 

¿Te sientes encerrado, desesperado, y poco motivado? ¿El aislamiento te ha hecho sentir triste varias veces? Qué mejor que nadar para recuperar nuestro ánimo, nuestras fuerzas y nuestra alegría.