Cuando ves una piscina con agua transparente, probablemente piensas que está limpia, pues es traslúcida y brillante. Pero no es siempre es así.

Hay microorganismos que pueden estar en un agua transparente, microorganismos que son invisibles para el ojo humano y que no causan turbiedad al agua. Uno de ellos es la Amiba de Vida Libre (Naegleria fowleri) conocida coloquialmente como Ameba Comecerebros, que es un ameboflagelado aeróbico de vida libre patogénica, típica de aguas dulces templadas y estancadas como lagos, lagunas, estanques, piscinas, aguas termales y canales de riego. Este microorganismo puede estar junto con otros como la E. Colli en las albercas comunes, y no dar muestras de existir.

Dichos microorganismos muchas veces son causa de enfermedades al ser humano que van desde una infección estomacal que se cura en unos días, hasta una meningitis que puede ser mortal.

Es por ello que cuando decidan tú o tus hijos tomar clases o practicar natación, debes poner mucha atención a la calidad del agua de la alberca en donde te vas a meter. Solo una alberca con un buen tratamiento químico y físico es una alberca segura, libre de microorganismos. 

Y una alberca segura solo puede serlo si sus operadores y directores te pueden mostrar un certificado de laboratorio donde diga que el agua de la piscina está libre de microorganismos patógenos y de la Amiba de Vida Libre. Eso es lo único que te puede asegurar que el agua es segura.

Recuerda: Tu salud y la de tu familia es muy importante, ¡cuídala!