Hace poco pasamos por Acuatics a las 6 de la mañana, y al ver coches estacionados afuera mi acompañante me preguntó: “¿Quién nada a las 6 a.m.?”

Yo me reí y le contesté que por lo general la gente que nada a esa hora son alumnos que tienen mucho tiempo nadando con nosotros y son personas sanas y atléticas. 

Ahora que lo reflexiono, realmente son personas constantes y con una composición corporal que muchos envidiaríamos. ¿Y por qué es eso?

La natación libera lo que se denominan los factores neurotrópicos, proteínas que favorecen la supervivencia de las neuronas en el cerebro como las endorfinas, útiles para controlar el estrés, la ansiedad y el estado de ánimo.

Ésta es la razón por la que la natación es tan adictiva, ya que las endorfinas secretadas se unen a los receptores opioides del cerebro, encargados de las funciones como la sedación, la reducción del dolor o la euforia.

Las personas que nadan por la mañana nada más despertarse llenan su cuerpo de endorfinas, y éstas permanecen en el cuerpo toda la mañana y parte de la tarde, ayudándolas a manejar mucho mejor todas las presiones del trabajo y en general de la vida diaria.

La natación también produce un efecto antidepresivo, porque promueve la formación de nuevas neuronas en el hipocampo, que es la zona del cerebro encargada de la memoria y el aprendizaje. 

¡Imagina cómo puede ayudar esto a alguien que estudia!

Creo que a muchos les gustaría tener dentro de su organismo una sustancia natural producida por sí mismo, que tranquilice y dé energía a la vez, que les ayude a memorizar mejor y a reaccionar de una manera más sensata. 

Pues esa sustancia es la endorfina, y se produce cuando nadas.

Te invito a sentir esta sensación de relajamiento, a la vez que aumentas la energía para empezar el día. 

Ven a nadar a las 6, 7 y 8 a.m. ¡Date la oportunidad!